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MANTENIMIENTO PREVENTIVO

El mantenimiento preventivo se realiza en equipos en condiciones de funcionamiento, por oposición al mantenimiento correctivo que repara o pone en condiciones de funcionamiento aquellos que dejaron de funcionar o están dañados.
El principal objetivo del mantenimiento es evitar o mitigar las consecuencias de los fallos del equipo, logrando prevenir las incidencias antes de que estas ocurran. Las tareas de mantenimiento preventivo pueden incluir acciones como cambio de piezas desgastadas, cambios de aceites y lubricantes, etc. El mantenimiento preventivo debe evitar los fallos en el equipo antes de que estos ocurran.
Algunos de los métodos habituales para determinar qué procesos de mantenimiento preventivo deben llevarse a cabo son las recomendaciones de los fabricantes, la legislación vigente, las recomendaciones de expertos y las acciones llevadas a cabo sobre activos similares.
MANTENIMIENTO CORRECTIVO
En Informática, el mantenimiento correctivo suele ser necesario para mantener una computadora funcionando de manera correcta y eficiente. En este sentido, el mantenimiento correctivo bien puede atender fallas a nivel de hardware (disco duro, memoria, tarjeta de video, monitor, etc.), bien a nivel de software, cuando estas son causadas por virus o errores en la programación, entre otras cosas. De allí que el mantenimiento para equipos informáticos sea, al igual que para los industriales, contingente o programado.

¿La importancia del mantenimiento del computador?
Un computador debe cuidarse y mantenerse para prevenir problemas. En un computador hay dos cosas que deben cuidarse: el hardware (la parte física) y el software (los programas y la información que contiene). Se entiende por mantenimiento del computador al conjunto de acciones que deben realizarse periódicamente para mantener al computador en óptimo estado de funcionamiento.
En general, para un buen funcionamiento del equipo se requiere ciertas condiciones ambientales que deben ser controladas. Así, el computador nunca puede estar expuesto al agua ni a una humedad excesiva. Hay que cuidarlo de las temperaturas altas y de la incidencia en él de la luz del sol de forma directa.
Por su parte, los cuidados con el equipo en sí se limitan a mantenerlo libre de polvo y suciedades, tanto externa como internamente, y a evitar en lo máximo posible los golpes.

